lunes, 13 de diciembre de 2010

Juego de lectura en voz alta.


     Hay muchas maneras de leer en voz alta: solemnes, tímidas, entretenidas, tristes, solitarias, alegres, divertidas, emocionantes...Los juegos de lectura en voz alta ayudan a los niños y niñas a desinhibirse, a perder el miedo al ridículo frente a un público de oyentes, a ganar confianza en sí mismos...La técnica que os presento hoy está basada en el autor J.M. Pescetti. Él la propone, muy acertadamente, como medio para distraer al lector del hecho de estar leyendo en voz alta, precisamente, e ir ganando confianza. Sirven, además, para controlar la propia voz en cuanto a volumen, intensidad... Y, por supuesto, para divertirnos.

     El juego consiste en leer un texto breve, haciendo variaciones, según el tamaño de las letras. Para ello, habremos preparado un texto en el que el tamaño de las letras aumente o disminuya, según nos interese. . El lector o lectora al que se le dé el texto escrito, debe leerlo respetando el tamaño de las letras en las palabras. Si la letra es pequeñita, lo leerán en voz baja. Si, por el contrario, es grande, han de leerlo en voz alta. Si la letra es de un tamaño medio o normal, se lee con un volumen normal. Esta técnica también la he probado con mis alumnos/as, jugando con el tono de la voz: palabras grandes, con tono grave; palabras pequeñas con tono agudo. Es un juego que les encanta.

     Hay textos muy apropiados, por ejemplo, en los libros de Ursula Wölfel: "29 historias disparatadas", "28 historias para la reirse", "27 historias para tomar la sopa". (Editorial Kalandraka). Ahí va un ejemplo:


LA HISTORIA DEL PADRE QUE SE SUBÍA POR LAS PAREDES

        Había un padre que se enfadaba a menudo por lo miedoso que era su hijo.
     Y es que el niño tenía miedo de los perros grandes y desconocidos, tenía miedo de las dos niñas descaradas de la casa de al lado y también le entraba miedo cuando la luz de la escalera se apagaba de repente.
     ¡Y alguien así quiere ser mi hijo! -exclamaba el padre-. ¡Podría subirme por las paredes!. Entonces lo hizo. De tanta ira que tenía, se subió por la pared. Pero cuando llegó hasta el techo, se asustó y se cayó.
    Y era que alli arriba había una araña.

                                               "29 historias disparatadas" (Ursula Wölfel)




     Os dejo un enlace sobre la lectura en voz alta,  artículo  interesante de Kepa Osoro (como todas sus aportaciones): ¿Por qué leer en voz alta?

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