- Una sesión de Animación a la Lectura puede llevarse a cabo en diferentes lugares: al aire libre, en un hospital, en una cárcel, en una biblioteca, en un colegio o instituto... Si estamos en el colegio, procuraremos que se haga fuera del aula, para que parezca lo menos posible una clase más.
- La Animación se puede hacer sobre un texto o libro que los niños/as han leído previamente, o sobre un libro o texto que leamos en ese momento, y que el animador/a ha preparado de antemano.
- Se pueden realizar actividades antes-durante-después de la lectura.
- Hay que crear un ambiente positivo, cómodo, agradable y apropiado al tema que trate el libro o texto, y al grupo de niños/as.
- Utilizaremos un libro o texto completo, sin mutilar el principio o el final, o trabajar fragmentos sueltos.
- Debemos presentar el libro: recordar el título (si es un libro que han leído), el autor/a, el ilustrador/a, la editorial...
- Emplearemos una sola estrategia de animación para cada libro.
- Las animaciones se realizarán periódicamente. Tenemos que ser realistas y programar tantas como podamos preparar y realizar. Es mejor una al mes, o cada dos meses bien hecha, que pretender hacer una cada 15 días y mal preparada, o saltándonos la fecha prevista... Esos desórdenes son perjudiciales, pues los niños no olvidan y terminan cansándose.
- Debemos procurar que participen todos, que sea dinámica y activa, y prestar especial atención a los niños o niñas más tímidos.
- Debe ser voluntaria. Puede ocurrir durante las primeras sesiones que algún niño o niña que no sea muy aficionado a los libros no prepare su lectura o no participe. Normalmente, al cabo de poco tiempo se animan, pues se dan cuenta de lo que disfrutan los compañeros/as.
- No será competitiva, ni se calificará, a pesar de que, evidentemente, el mediador o maestro/a siga una evaluación del proceso, los resultados y de la propia animación.
- Si la animación es sobre un libro o texto que no conocen, después de habérselo leído, (contado o recitado), les pediremos que durante unos minutos se recreen en lo que acaban de oir. Es importante dejar reposar y saborear la lectura o narración oral. Se puede poner una música suave, o pulverizar algún perfume mientras han cerrado los ojos...
Intentaremos...
- Echarle imaginación: no abusar de los recursos conocidos, ni de las actividades realizadas: eso desmotiva a los niños.
- Saber diferenciar las actividades de Animación a la Lectura (que pretenden crear interés por los libros y la lectura, y que deben gozar de continuidad), con las actividades lúdicas o festivas en torno al libro. Estas últimas son divertidas, coloristas y a veces muy interesantes, pero duran lo que dura el acto en sí, y luego se desvanecen.
- Controlar con inteligencia y serenidad la sesión, para que la participación y el diálogo no se convierta en desorden, descontrol o tumulto.
- Aderezar la sesión de manera que no se parezca en nada a una clase de Lengua o de Didáctica de la Lectura. Los niños/as se aburren enseguida y pierden interés.
- Valorar el juego como herramienta de desarrollo y aprendizaje para los niños.
- Disfrutar nosotros de la actividad, para transmitir nuestro goce y entusiasmo.
- Elegir los libros no sólo porque nos gusten a nosotros, o con una pretensión moralizadora, didáctica o de transmisión de valores siempre. Deben interesarles a ello, y de todos los libros se aprende algo.
- No pedirles fichas, resúmenes, trabajos... sobre ese libro.
- Preparar la actividad rigurosamente, para que no falten materiales o medios necesarios para el desarrollo de las actividades antes-durante-después da cada animación. No podemos improvisar de repente la estrategia a aplicar, ni debe fallar nada.
En próximos post, iré mostrando técnicas y estrategias de Animación a la Lectura que podemos llevar a cabo con grupos de distintos niveles.
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